Aksbang's Weblog


“Se fue, y todo…


“Se fue, y todo murió para mi
¿Por qué no lo quiso decir?
¿Por qué tuvo que ser así?
Y sé que aunque ahora grite no vendrá
Que mi cabeza estallará de tanto quererla soñar”

Ricardo Andrade – ¿Por qué la extraño tanto?

Ricardo Andrade en su canción “¿Por qué la extraño tanto?” expresaba el dolor en su corazón cuando perdió al amor de su vida, solo para darse cuenta después del error que cometió, dejándola o no descuidando esa relación. Es irónico cómo podemos tomar decisiones dificiles en la vida, o aceptar las decisiones de los demás, para luego lamentarnos cuando ya es demasiado tarde, queriendo hasta gritar de impotencia para hacerla volver.

“Talvez no supe valorarla bien
Talvez ella quiere volver 
La estoy sintiendo otra vez”

Despues de todos los años, las aventuras, de toda la historia que juntos escribieron es horrible saber que la otra persona está mejor sin uno, quedamos perdidos en un limbo, sin rumbo alguno, queriendo regresar el tiempo para no cometer los mismos errores. Si tan solo pudiéramos, podriamos comportarnos diferente y apreciar el amor recibido.

“¿Dónde está? ¿Quién se estará bebiendo el amor que ahora siento?
Sí, la amé, y quise darle tanto y 
me hizo tanto daño” 

A pesar que no somos perfectos, tendemos a creer que la otra persona lo es, idealizamos tanto a nuestra pareja que dejamos pasar tantas cosas sin darnos cuenta, o bien tendemos a hacer daño sin querer hacerlo. Uno de los dos no siempre aprecia cómo somos, o tiende a criticar cada cosa. Muchas veces las discusiones no se resuelven, terminan en un beso, en un “resolveremos otro día”, y en pocos casos se logra hablar sin discutir. La relación dañina que se construye afecta a ambos y se vuelve un circulo vicioso en el cual ambos tiran la cuerda en sentidos opuestos. En las relaciones maduras esto puede ser de ayuda en cierta manera, al darnos cuenta de esos errores nos hace crecer como personas, aprendemos a ayudarnos mutuamente, a aceptar los defectos de la pareja y a tratar de superar las diferencias. Lamentablemente no todos somos iguales, así que aunque tratemos de aflojar la cuerda y ayudar a la otra persona, ésta sigue tirando y nos lleva hacia un precipicio en el cual debemos escoger entre la integridad de nuestro corazón o el de la pareja. Nos hacemos daño mutuamente y al parecer nos gusta ser masoquistas, seguimos en ese circulo vicioso tratando de camuflar las heridas, los errores, los defectos… No queremos dejar que nos hagan daño pero seguimos empeorando las cosas tratando de protegernos como egoistas. Aquí necesitaría la ayuda de un psicologo para describir todas las variables que nos llevan a amar cuando nos desprecian, dando y recogiendo las pocas migajas de amor que saltan a la luz en los momentos lúcidos de la relación, cuando todo parece ir bien.

“¿Por qué nunca quiso creer en mí? 
¿Por qué tengo que estar así 
pensando si ella piensa en mí? 
Y sé que no le importo nada más
que aunque ahora grite no vendrá 
pues ella tiene a quién amar….
¿Por qué la extraño tanto?”

En algún momento uno de los dos termina cansada, luego creemos que con un simple “perdón”, una cena, un viaje u otro artificio que se nos logre ocurrir podemos reconquistar ese amor que sin saber ya perdimos.
Aunque pudieramos ajustar cada error o demostrar más amor cuando la otra persona lo necesite, sabemos que esa persona nos dió todo y nosotros unicamente vimos lo mal que nos hizo, o al contrario, todo el amor que dimos y la otra persona unicamente vió lo malo en nosotros, ya es muy tarde, no hay vuelta hacia atras.

“Y un bandido es mi corazón 
por tanto desear un poco de su amor. 
Esta noche quiero verla ahí 
poderle expresar lo que siento en mi 
no me quiero ir y estoy solo aquí…” 

Es muy tarde para arrepentirse, es muy tarde para poder cambiar el cielo y la tierra y regresar con esa persona que tanto anhelamos. Unicamente podemos desearle que haga una vida feliz y mientras tanto, desahogar la angustia con pan y nutella, saliendo con amigos, viendo peliculas en la TV cada fin de semana en la soledad de la habitación que una vez fue “nuestra” y ahora la encontramos tan fria y extraña como una caverna en la Edad de Piedra.

Supongo que cada uno puede darle una interpretación diferente a esta canción, eso es lo bello del arte, podemos apropiarnos de algunas frases o poemas, canciones o libros para adaptarlos a nuestra situación. Yo descuidé mucho en esta relación, pero también di todo lo que pude hasta que me sentí amenazado, quise hacer lo mejor para ambos pero tomé malas decisiones, nunca supe manejar la situación pues creía que todo estaba bien.

Amor de mi vida: deseo que seas feliz, es lo que más me importa en este mundo a pesar que me duela como no puedes imaginar que un corazón duro como el mio pueda sufrir. Sé feliz y sigue con tus sueños pues yo seguiré con los míos.

Gracias por el tiempo que has compartido junto a mi pues fueron los años mas maravillosos de mi existencia.
Te amo y te seguiré amando mientras este corazón siga latiendo.

-Y nos dieron las diez-

Posted in My own mind di aksbang su 31 gennaio 2010
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Justo lo que yo hubiera hecho! Buenisima cancion de J. Sabina, sus canciones son siempre asi’, me parece que todo le ha sucedido a él.

Aqui va la letra:

“Y nos dieron las diez” (Joaquin Sabina)

Fue en un pueblo con mar
una noche despues de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
-”Cántame una canción
al oido y te pongo un cubata”-
-”Con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata”-
loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del anochecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
“Cuidado, chaval, te estas enamorando”,
luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;
caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola…
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna.
Nos dijimos adios,
ojalá que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecia como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.
No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano,
tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-”Se que no lo soñé”-
protestaba mientras me esposaban los municipales
en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna